El Hijo Del Diablo

Huele a podrido. Una mezcla entre podredumbre y óxido, mezclado con olor a moho y humedad. Todo esto junto, más el paisaje que nos rodea (tumbas aquí, tumbas allá, ángeles de piedra, cruces, cipreses… y enredaderas que unen todo lo nombrado con anterioridad formando una masa compacta) hacen lo que yo llamo CEMENTERIO. Sí, esto es un cementerio propiamente dicho, no esos que parecen un laberinto en cuyas paredes los cuerpos se apretujan en sus nichos. ¿Y qué hago en un cementerio? (Sí, aparte de contemplar el paisaje). Pues, en estos momentos, entrar en la cripta de la familia Harrison.
-¡Qué mal huele!-exclama Tessie a mi lado.
-Interesante observación –mascullo por lo bajo.
De todos los miembros de la compañía, me asignan venir con Tessie Martin. Éste es el séptimo viaje que emprendemos juntos. Dos de ellos fueron un completo fracaso, lo echó todo a perder y las culpas para mí, como no; y los demás, a punto estuvieron de seguir el mismo camino. Tessie, además de torpe, es… ¿cómo decirlo suavemente? TONTA DE REMATE. Pero creo que eso ha quedado claro tras su comentario. Vale, yo también siento náuseas aquí, ¡pero no lo grito a los cuatro vientos!
-Es una cripta que lleva cerrada siglo y medio. ¿Qué esperabas? ¿Flores frescas? –comento mordazmente.
-No… -La pillé. Noto como cambia de tema rápidamente-. ¿Encontraste algo sobre los Harrison?
-No mucho. Algunas fechas y una leyenda.
-¿Leyenda? Cuéntamela mientras bajamos.
-Los Harrison eran una familia rica y feliz de mediados del siglo XIX. El matrimonio y su hija eran, además, devotos a más no poder: todas las mañanas iban a misa, daban donaciones (bastante generosas) mensualmente a la Iglesia, alimentaban a los pobres… En resumen, cristianos consumados  –Sé que el comentario molestará a Tessie, devota de nacimiento, y por eso precisamente lo hago-. Tanto que se dice que provocaron la ira en Lucifer.
>>Y un día la mujer quedó embarazada. Este hecho fue recibido con alegría, y, cómo no, dieron gracias a Dios. Nueve meses después nació el niño. Todos en la familia eran rubios y con los ojos azules, y él nació moreno de ojos azabache, y el padre, aunque sin manifestarlo abiertamente, pensó que era hijo de otro.
>>Los años pasaron y el niño cada vez era más listo, pero no sólo eso; también demostraba más maldad. Y sus padres rogaron a Dios para que su hijo se volviese bueno. El día en que el chico cumplió 13 años, le pidió amablemente una tarta a su madre, y todos creyeron que sus plegarias habían dado resultado. El muchacho, además, afirmó querer cortar él mismo las porciones. En cuanto el cuchillo rozó su mano, sus ojos se volvieron rojos y apuñaló a los allí presentes.
-¡Oh, calla, calla! –chilla Tessie.
-Pero espera, mujer, que aún no ha llegado lo mejor. Sólo murió la madre, y el padre y la primogénita fueron a la policía, diciendo que el niño era hijo de otro, y que el padre había entrado en su casa para llevárselo, que no lo había conseguido y que los había atacado. Tras esto, mandó al chico a un orfanato para apartarlo de su vida.
>>Pero llegó el día en que el joven cumplió 18 años y salió del orfanato. Primero hizo una visita a su padre, a quien hallaron la noche siguiente ahorcado en el salón de su casa. Después, fue a por su hermana. Cuando fue a atacarla, el marido de ésta lo placó, desencajándole un hombro, pero al muchacho no le importó y los mató a los dos. Días más tarde, hallaron el cadáver del chico desprovisto de vida pero las causas de su muerte se desconocían. Las malas lenguas dicen que, como Lucifer ya no lo necesitaba más, se había deshecho de él.
-¡Dios mío! ¡Entonces el chico era hijo del diablo!
-Algo así. Pero no ha acabado aún. Enterraron a toda la familia aquí, y al parecer, matrimonio e hija subieron al cielo como compensación por las penurias que pasaron en vida. Y el diablo, rabioso, resucitó a su hijo y éste destrozó y revolvió en interior de la tumba y los cuerpos de sus familiares, pues era lo máximo que podía hacer. Varios años después, un grupo de investigadores penetraron en ella. Eran seis y sólo salió uno. En sus declaraciones afirma haber visto a un tipo moreno con los ojos negros y un hombro visiblemente desencajado, al cual había disparado en la frente sin que muriera, y tras eso salió huyendo, con lo cual no se descarta que otras personas hayan entrado y no hayan logrado salir.
-Estás de guasa, ¿verdad?
-Tessie, no es más que una leyenda. Nosotros venimos a investigar…
-Y a robar –termina una voz detrás de nosotros.
Nos giramos. Un chico de unos 18 años, con el pelo negro tan largo que le oculta la frente y parte de los ojos parece habernos seguido (qué coincidencia, ¿no?). No puedo evitar mirarle el hombro, y noto que mi piel se eriza. Parece como si estuviera… desencajado… Oh, oh.
-No veníamos a robar. Estábamos investigando…
-Eso mismo dijeron los otros antes de disparar –Y mientras sonríe, se aparta el pelo de la frente a la vez que puedo advertir el agujero dejado por una bala en su frente. Poco a poco, noto cómo mi sangre se congela.
Lo siguiente que noto es un golpe, y me veo en el frío suelo. Después oigo gritar a Tessie.
Estas son las cosas que en este momento tengo claras:
1. Aquí acaba mi carrera como saqueador de tumbas.
2. Tessie ya está muerta.
3. Debe de haber algo realmente valioso ahí dentro para que nadie consiga salir vivo.
4. No me queda mucho para reunirme con Tessie.
5. Van a morir más personas, pues cuando vean que no salimos, la compañía mandara a más y más gente hasta que desaparezcan todos. Bonito final.
6. Si me dejaran seguir viviendo, empezaría a creerme las "simples leyendas".
7. Algo me está apretando el cuello…